Para no perdérsela.....

El próximo 8 de Diciembre, se define la gran final de la edición N° 119 del Abierto Argentino de Polo.

Sin duda, este próximo fin de semana, todo el ambiente del Polo se ve obligado a una cita ineludible, donde se define el certamen por excelencia de esta actividad. Expertos, principiantes, amantes, aficionados y quien tenga la posibilidad de asistir a este gran evento, podrá disfrutar del mejor polo del mundo.

Para no perderse esta hermosa oportunidad de asistir y disfrutar de uno de los torneos mas convocantes a nivel mundial de este deporte y experimentar un fin de semana 100% de equinos deportivos.

Campeonato Argentino Abierto

El Campeonato Argentino Abierto de Polo, máximo certamen mundial de interclubes, fue creado en 1893 por The River Plate Polo Associatión (fundada un año antes). Entre 1921 y 1922 lo rigió la Federación Argentina de Polo y desde el 14 de septiembre de 1922 por la vigente Asociación Argentina de Polo, nacida entonces.

Más de cien años de tradición sumado a la calidad de juego que adquirió el polo en Argentina hacen de este certamen una cita exclusiva e imperdible para todos los amantes de esta actividad. Es habitual que al polo se lo asocié con el glamour, pero cuando alguien deja sus prejuicios de lado y comienza a interesarse por este deporte, se encuentra con una disciplina apasionante y de la cual seguramente termina por enamorarse. Disfrutar de la combinación que resulta de la destreza de un hombre y la estampa del caballo es un placer que no se encuentra a la vuelta de cualquier esquina.

El nombre definitivo del Abierto Argentino de Polo se concretó en 1923 cuando la River Plate Polo Asociation, se transformó en la actual Asociación Argentina de Polo. El torneo no sólo cambió su denominación sino que también se mudó de escenario: el campo de Palermo.

Como en todo deporte el nivel de juego es la esencia de los torneos y la jerarquía conseguida a principios del siglo XX por los jugadores argentinos, fueron transformando al Abierto en el certamen de Polo por excelencia.